Construyendo resiliencia climática y de salud ante huracanes en comunidades agrícolas caribeñas
Estamos a principios de junio, cuando comienza la temporada de huracanes en el Atlántico – y expertos predicen que será una temporada peligrosa. Las aguas cálidas en los océanos fortalecen los huracanes y las aguas del Atlántico y el Caribe han rebasado récords históricos de calor. “Los océanos del mundo han superado récords de calor diario consistentemente desde inicios del año 2023, las temperaturas febriles con duración de un año han provocado preocupación y consternación entre científicos del clima, expertos en arrecifes de coral y meteorólogos,” afirmó USA Today durante esta semana. La Administración Nacional Oceánica Y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló esas aguas cálidas y el fenómeno de La Niña como impulsores de una temporada de huracanes fuera de lo normal.
En medio de todas estas amenazas, las comunidades agrícolas deben prepararse – a través de conexión, intención y movilización comunitaria – Migrant Clinicians Network (MCN), en colaboración con Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA) y el Centro Climático del Caribe (CCH, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), han lanzado un proyecto de colaboración de tres años para reforzar la resiliencia de las comunidades agrícolas del Caribe y aumentar la salud y el bienestar ante las amenazas climáticas. Mientras la región lucha contra huracanes más potentes y frecuentes, la colaboración permitirá a las comunidades identificar y considerar las necesidades de poblaciones como los trabajadores agrícolas que tienen un mayor riesgo de experimentar eventos relacionados con el clima y tienen menor acceso a la atención médica.
"Las comunidades de todo el Caribe ya se han visto profundamente afectadas por la crisis climática", señaló Marysel Pagán Santana, DrPH, directora de salud ambiental y ocupacional en MCN Región del Caribe, también investigadora principal de este proyecto. “Es difícil responder y prepararnos para nuestra susceptibilidad única al cambio climático -- desde experimentar una mayor frecuencia de huracanes hasta inundaciones y sequías alternas -- en comunidades como los pueblos agrícolas rurales, que tienen muchas barreras para la atención y riesgos de salud únicos que se ven agravados por el clima. Esta importante colaboración ayudará a las comunidades de Puerto Rico, las Islas Vírgenes, entre otras, a adaptarse al cambio climático e incluso mejorar los resultados de salud”.
El proyecto trabajará con centros de salud comunitarios en Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los EE. UU. para difundir información, recursos y servicios relacionados con la adaptación climática e identificar posibles amenazas relacionadas al clima que afectan los medios de vida de los agricultores, trabajadores y comunidades agrícolas.
"El currículo que construiremos con aportes de comunidades, médicos y científicos será el enfoque de nuestro primer año", explicó Carolina Mejías, directora ejecutiva de MPA. “Luego brindaremos apoyo al personal de alcance de los centros de salud comunitarios para que realicen actividades de alcance y capacitación en sus propias comunidades, utilizando la metodología de entrenamiento para entrenadores. Los enfoques basados y dirigidos por la comunidad son los más eficaces, se adaptan a las necesidades de cada comunidad y garantizan que los mensajeros confiables brinden la capacitación”.
Los centros impactarán a las comunidades en sus actividades con los recursos proporcionados a través del proyecto con el fin de aumentar el conocimiento y prácticas para mitigar efectos de y adaptarse al cambio climático. En su fase actual, los dos centros de salud pilotos en Puerto Rico y Santa Cruz, junto a un Comité Asesor Científico, brindarán comentarios e informarán las necesidades a medida que implementen el proyecto para adaptar los recursos y el currículo. El proyecto se implementará en cinco centros de salud en Puerto Rico y uno en Santo Tomás para 2025.
En islas como Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, donde existe una gran dependencia de productos importados, los sistemas alimentarios locales desempeñan un papel importante a la hora de proveer alimentos nutritivos y culturalmente apropiados después de una emergencia. Por tanto, los productores locales son agentes clave para salvaguardar la seguridad alimentaria local.
“Los agricultores y trabajadores agrícolas están a la vanguardia de los impactos climáticos; su salud y bienestar deben tenerse en cuenta cuando se habla de adaptación climática”, dijo Luis Alexis Rodríguez-Cruz, PhD, científico social y coinvestigador principal del proyecto. "Uno de los objetivos de este proyecto es apoyar su capacidad de adaptación a través de la red de centros de salud comunitarios que ya prestan servicios a las comunidades agrícolas".
El proyecto es auspiciado por fondos del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura (NIFA, por sus siglas en inglés) del USDA.
"Este importante proyecto se esfuerza por apoyar a las comunidades agrícolas en el aprendizaje e incorporación de prácticas sostenibles que no sólo protegerán a sus comunidades durante las crisis provocadas por el clima, sino que también forjarán salud y bienestar a largo plazo y asegurarán fuentes de alimentos en el Caribe", añadió la Dra. Pagán Santana. "La crisis climática está aquí y debemos responder rápida y agresivamente".
Lea el comunicado de prensa de este proyecto aquí.
Conozca más acerca del trabajo de MCN en justicia climática, incluyendo recursos y publicaciones en revistas arbitradas, aquí.
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