Neurolingüística, Migración y Diversidad Lingüística: Un blog para celebrar el inicio del Mes Nacional de la Herencia Hispana
[Nota del editor: ¡Doble celebración! Septiembre es el Mes Nacional de la Traducción, y esta semana también comenzó el Mes Nacional de la Herencia Hispana. En esta publicación, reconocemos la gran diversidad que las comunidades hispanohablantes aportan a los Estados Unidos al observar más de cerca el idioma.]
Cuando las personas migran en busca de nuevas oportunidades, traen consigo su idioma, un elemento vital de su identidad que influye tanto en su percepción personal como en la forma en que los demás las perciben. Sin embargo, la migración a un país como Estados Unidos también significa la emocionante posibilidad de aprender un nuevo idioma y descubrir una nueva cultura. Para los migrantes e inmigrantes de países de habla hispana, su idioma evoluciona y se adapta a lo largo del camino. Valorar la resiliencia y la evolución del lenguaje en los inmigrantes nos permite ver este viaje como una historia de crecimiento y enriquecimiento personal.
El cerebro tiene una capacidad impresionante para adaptarse y cambiar en respuesta a las nuevas experiencias, lo que conocemos como neuroplasticidad. Esta habilidad es fundamental para aprender, incluyendo la adquisición de un nuevo idioma. La neuroplasticidad es especialmente valiosa para los inmigrantes que aprenden otro idioma en la edad adulta. Aunque los jóvenes suelen aprender con mayor facilidad, los adultos también pueden dominar un segundo o tercer idioma, gracias a la increíble capacidad del cerebro para reorganizarse y aprender de manera constante.
En las personas bilingües o multilingües, el cerebro muestra patrones de actividad únicos. La investigación ha demostrado que manejar varios idiomas mejora funciones cognitivas como el control mental, la resolución de problemas, la flexibilidad cognitiva y la concentración. Estos beneficios surgen porque las personas bilingües practican continuamente estas habilidades al alternar entre idiomas. Además, el cerebro bilingüe tiende a ser más eficiente en la realización de múltiples tareas y puede retrasar el deterioro cognitivo en la edad avanzada. Para los inmigrantes, estas ventajas cognitivas son esenciales para adaptarse a nuevos entornos, donde es clave procesar y responder de manera ágil a información diversa
Aprender un nuevo idioma es un desafío emocionante, pero para muchos inmigrantes este proceso se da en condiciones que pueden ser estresantes, afectando nuestras capacidades cognitivas. La carga cognitiva se refiere al esfuerzo mental necesario para procesar y retener información nueva, lo que es especialmente alto cuando estamos aprendiendo un nuevo idioma. Este esfuerzo mental se intensifica con los retos propios de la inmigración, como adaptarse a una nueva cultura, encontrar empleo y mantener los lazos familiares.
El estrés también tiene un impacto en el aprendizaje de un idioma. Padecer altos niveles de estrés pueden afectar la memoria y dificultar la retención del nuevo vocabulario o de las reglas gramaticales. Además, pueden dificultar la fluidez al hablar bajo presión. Por ejemplo, podría ser todo un desafío expresarnos claramente en una entrevista de trabajo o en una conversación importante debido a la combinación de la carga cognitiva y el estrés.
A pesar de estos desafíos, la neuroplasticidad de nuestro cerebro nos brinda una oportunidad maravillosa para superarlos. Al practicar constantemente el nuevo idioma y al usar estrategias para manejar el estrés, nuestras habilidades lingüísticas mejoran. Para facilitar este proceso es clave contar con redes sociales de apoyo, con recursos para aprenderlo y con oportunidades para practicarlo en un ambiente cómodo y relajado.
Además de la neuroplasticidad, existen otros aspectos fascinantes en la adquisición de un idioma entre los migrantes e inmigrantes. Por ejemplo, el español varía mucho según el país de origen y los inmigrantes de habla hispana logran integrar su español nativo con las variantes que se hablan en Estados Unidos. Estas variaciones están influenciadas por diversas raíces étnicas y regiones geográficas. Es importante reconocer la belleza y la riqueza de cada variante del español que refleja sus contextos culturales e históricos únicos. Con el tiempo, las comunidades hispanohablantes en Estados Unidos han estado cada vez más conectadas, enriqueciendo el español con una mezcla vibrante de dialectos que contribuye a la riqueza del español que se habla aquí.
Los inmigrantes también practican el "cambio de código", es decir, alternan entre idiomas y dialectos según el contexto social y las expectativas culturales. El lenguaje es más que un medio de comunicación; es un componente esencial de la identidad y una poderosa forma de expresión cultural, moldeada por el entorno social y las dinámicas de poder.
En la Red de Proveedores de Servicios de Salud para Migrantes reconocemos que el idioma evoluciona constantemente junto con los cambios en la sociedad y los valores culturales. Nos esforzamos por utilizar un lenguaje que celebre la diversidad de las comunidades a las que servimos, que sea respetuoso, inclusivo y libre de prejuicios. Como parte de nuestro compromiso con la diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad (DEIA), revisamos regularmente nuestro contenido y le damos la bienvenida a cualquier comentario para mejorar el uso del lenguaje. Celebrar y promover esta diversidad es esencial para construir una sociedad más inclusiva y comprensiva.
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