Apoyando las gestiones comunitarias para enfrentar el cambio climático cinco años después de María
[Nota del editor: Hoy, Puerto Rico está a oscuras y miles de personas están atrapadas. El huracán Fiona ha devastado la Isla en el quinto aniversario del huracán María. Estos acontecimientos nos invitan a reflexionar sobre los esfuerzos y los cambios que la comunidad ha hecho desde que María pasó por todo el Caribe, en preparación para tormentas como Fiona. En este blog, hacemos un recuento de los eventos y programas de Migrant Clinicians Network (MCN por sus siglas en inglés) que buscan apoyar a las comunidades en sus acciones de mitigación y respuesta a los desastres naturales que cada vez se presentan más fuertes o con mayor frecuencia debido al cambio climático. Hoy, la oficina de MCN en Puerto Rico está cerrada. Les deseamos a nuestros colegas puertorriqueños, y a todos en la Isla, seguridad y salud mientras se enfrentan una vez más a los extremos y peligros de un huracán intensificado por los cambios climáticos.]
El 17 de septiembre marcó el quinto aniversario del paso del huracán María por Puerto Rico y el Caribe. El ciclón de categoría 5, dejó más de 4 000 muertes, destrozó el sistema de energía eléctrica y provocó pérdidas millonarias en la economía agrícola de la Isla. Aunque el huracán presentó retos inimaginables para la población, su voluntad y energía para organizarse y responder a la emergencia fue extraordinaria. Dentro de esa movilización, hay que destacar que los centros de salud comunitaria (CHC por sus siglas en inglés) fungieron como centros de operaciones de respuesta a emergencias para comunidades rurales y de difícil alcance. Estos centros junto a otras organizaciones y líderes comunitarios tomaron las riendas en la distribución de alimentos, agua, medicamentos, y mucho más para asistir a los damnificados. La forma en que se organizaron las comunidades y la empatía que demostraron las personas durante este período tan desafiante, sentó las bases para proyectos que buscan fortalecer la respuesta comunitaria ante eventos climáticos de gran intensidad.
Al iniciar Puerto Rico su reconstrucción, Migrant Clinicians Network (MCN por sus siglas en inglés) comenzó un esfuerzo de movilización comunitaria en colaboración con varios CHCs en Puerto Rico. Con el apoyo de Bristol Myers Squibb Foundation, el proyecto buscaba fortalecer el manejo de emergencias de los centros de salud, a la vez que coordinaba sus planes con la comunidad y empoderaban a grupos de líderes comunitarios a desarrollar, revisar y fortalecer su plan de acción comunitario en caso de emergencias. Un total de seis centros y ocho comunidades participaron en este proyecto y, pesar de que enfrentaron nuevos retos como terremotos y pandemias, lograron cumplir sus objetivos.
Durante la ejecución de este proyecto, descubrimos que en las regiones rurales existían retos adicionales a los de simplemente crear e implementar un plan de preparación de emergencias. La población de trabajadores agrícolas había sido grandemente afectada por el Huracán María, no obstante, las herramientas y la información para atender de manera efectiva las necesidades de salud conductual y emocional de esta población no estaban debidamente adaptadas para la región. Es por esto que en el 2019, MCN en colaboración con el Southeastern Coastal Center for Agricultural Health and Safety comenzó a desarrollar un programa de intervención en las comunidades agrícolas que fomentara las acciones de preparación y mitigación ante el cambio climático con un mecanismo para prevenir las complicaciones relacionadas con la salud mental. Los primeros pasos consistieron en explorar herramientas adaptables para la detección, el monitoreo y la evaluación de la salud emocional y la distancia psicológica vinculada al cambio climático. El proyecto concluyó en el 2021, y aunque no hemos concluido nuestro proceso de adaptación e implementación, logramos identificar áreas esenciales de intervención y educación que deben llevarse a cabo en colaboración con los CHCs y las comunidades.
En el 2020, MCN llevó a cabo un proyecto de dos años en escuelas públicas localizadas en áreas rurales para incorporar un componente educativo a la movilización comunitaria en lo que respecta a las acciones de respuesta en caso de emergencia y a la mitigación de los efectos de la crisis climática. Este proyecto, financiado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) y llevado a cabo en colaboración con el Hospital General Castañer y cuatro escuelas de la región, buscaba desarrollar el liderazgo en materia ambiental en los niños y maestro mientras que fomentaba la colaboración entre centros de apoyo comunitario como las escuelas y los centros de salud. Decenas de estudiantes de los grados k-12 y varias comunidades rurales en Puerto Rico aprendieron sobre estrategias de movilización y liderazgo comunitario, manejo seguro del agua y de los químicos, y mecanismos de preparación para situaciones de emergencias. Otro programa educativo orientado hacia las acciones de respuesta y mitigación de desastres causados por el clima surgió como parte de la colaboración de MCN con el Atlantic Center for Occupational Health and Safety Training, con la meta de proteger la salud y seguridad de trabajadores y voluntarios durante sus acciones de preparación, respuesta y recuperación de desastres causados por el clima. Este programa, subvencionado por el National Institute of Environmental Health Sciences (NIEHS por sus siglas en inglés), busca atender las necesidades específicas de las comunidades en cuanto a los eventos que más les afectan como resultado de la crisis climática. En el pasado año, nos enfocamos en inundaciones y huracanes como los estresores ambientales. Este año, en colaboración con un centro de la región norte de Puerto Rico, trataremos lo riesgos relacionados a huracanes y marejadas ciclónicas. A través de este programa, MCN y sus socios impactan más de 100 trabajadores anualmente en adición a un grupo selecto del personal clínico de la región participante.
Como parte de nuestros programas con trabajadores, también identificamos oportunidades para explorar qué áreas de necesidad aun no estamos cubriendo o están limitadas de información para el desarrollo de intervenciones de capacitación. Aunque nuestro enfoque se centra en el lugar de trabajo de empleados que pertenecen a poblaciones vulnerables o comunidades que están en zonas de alto riesgo de desastres, existen grupos especialmente vulnerables que requieren una mayor atención. Esto es lo que busca atender nuestro proyecto piloto en colaboración con National Children’s Center for Rural and Agricultural Health and Safety el cual comenzó a finales del 2021. En esta colaboración, buscamos explorar el impacto que han tenido los recientes desastres en los hijos de los trabajadores agrícolas. La meta de este proyecto es desarrollar programas de intervención que puedan apoyar a la población de niños agricultores mientras que se obtiene la información necesaria para las gestiones de abogacía y política pública como parte de la respuesta comunitaria al impacto de los eventos climáticos en los niños.
Mientras la pandemia de COVID-19 continúa capturando la atención de la mayor parte del mundo, algunas comunidades enfrentan amenazas adicionales mientras intentan recuperarse tanto de la emergencia de salud pública como de eventos naturales previos de los que aún no se han recuperado. Aunque mucho de nuestro trabajo relacionado a desastres climáticos está enfocado en la región del Caribe, hemos comenzado a aumentar nuestro alcance a otras regiones reconociendo que la crisis climática es un problema global y que muchas de las prácticas de movilización y programas desarrollados en el Caribe y otras regiones pueden ser útiles en todo los Estados Unidos. Es por eso que este año, como parte de una subvención de CDC Foundation, estaremos diseminando las estrategias exitosas para la movilización comunitaria en los esfuerzos de preparación para desastres y de mitigación ante la crisis climática. Estaremos ofreciendo dos seminarios virtuales a nivel nacional (en inglés y español) en el que presentaremos las mejores prácticas y alternativas que hemos descubierto en los últimos cinco años. La crisis climática es un hecho, las proyecciones no son alentadoras, pero tenemos alternativas para proteger la salud de nuestras comunidades a la vez que abogamos por esfuerzos concretos y efectivos para la mitigación de esta crisis climática que nos afecta a todos.
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