La asociación médico-legal del condado de Monterey sienta las bases para una coalición extensa y sin precedentes de líderes agrícolas, defensores de trabajadores agrícolas y proveedores de servicios de salud.
A mediados de marzo, cuando el abrupto cierre que provocó la COVID-19 en California empujó a millones de personas a quedarse en casa, un grupo de defensores de trabajadores agrícolas comenzó a discutir las vulnerabilidades de los trabajadores agrícolas locales que trabajaban en los campos como "trabajadores esenciales", a pesar de los peligros para la salud que implicaba la pandemia. El grupo incluyó a expertos académicos, legales y de salud. Entre ellos, Pedro Moreno, MD, médico en Alisal Health Center, un centro de salud comunitario en el condado de Monterey que sirve a la gran comunidad agrícola de Salinas, conocida como "la ensaladera del mundo" y cuna del escritor John Steinbeck, en la costa central de California. Allen Voit, abogado, que trabaja en California Rural Legal Assistance, Inc. (CRLA, por sus siglas en inglés), tiene una oficina dentro de Alisal Health Center. Es una asociación médico-legal innovadora que permite a los proveedores de salud transferir los casos de pacientes al abogado Voit para que les preste asesoría legal en asuntos de problemas de salud relacionados con condiciones peligrosas en el lugar de trabajo. Ambos han trabajado en estrecha colaboración con Brenda Eskenazi, PhD, directora de Center for Environmental Research and Children’s Health (Centro de Investigación Ambiental y Salud Infantil) de la Universidad de California, en Berkeley, quien lideró CHAMACOS, un estudio de renombre internacional sobre los efectos de los pesticidas en los trabajadores agrícolas del Valle de Salinas durante los últimos 20 años. Al equipo también se unió Héctor Parker, quien tiene un PhD de California State University, Monterey Bay, y es presidente de Everyone’s Harvest, una organización sin fines de lucro de mercados de agricultores en el condado de Monterey. Durante años, los cuatro expertos han trabajado juntos en la defensa de trabajadores agrícolas del Valle de Salinas.
La COVID-19 ha puesto de manifiesto las realidades ineludibles y potencialmente mortales para muchos trabajadores agrícolas y sus familias, desde el hacinamiento en la vivienda y el transporte, la falta de seguro médico y de acceso a servicios de salud, hasta la falta de protección laboral si se infectan con COVID-19. El condado de Monterey fue uno de los primeros condados en el país en emitir una advertencia para la protección de los trabajadores agrícolas durante la COVID-19, auspiciada por el comisionado agrícola, los funcionarios electos locales y las organizaciones de empleadores agrícolas, la cual señaló algunas precauciones significativas para proteger a los trabajadores agrícolas en los campos y en las casas de empaque. Sin embargo, las organizaciones médicas, de salud pública y de defensa de los trabajadores agrícolas no fueron incluidas en el desarrollo de esa advertencia.
“Nos dimos cuenta de que los trabajadores agrícolas necesitaban una voz más amplia”, en la discusión pública sobre COVID-19, dijo Voit. "El acceso a la atención médica y el acceso a servicios integrales sería más urgente en este momento, ya sea por desempleo, vivienda o atención médica".
"Cuando vimos por primera vez la advertencia, la primera pregunta que nos hicimos fue: ¿por qué es una advertencia y no un mandato?", cuestionó el doctor Moreno. "Y no hay ningún mecanismo para asegurar su cumplimiento", agregó Voit. Los defensores se dieron cuenta de que luchar para imponer protocolos de seguridad obligatorios llevaría tiempo y se necesitaba una acción rápida. "Entonces, ¿por qué no nos reunimos y lo discutimos, al menos?", dijo el doctor Moreno. El 11 de abril, grupos de empleadores agrícolas, médicos locales destacados y expertos en salud pública, y defensores de trabajadores agrícolas se reunieron en la primera reunión de la Coalición de Agricultura del Condado de Monterey (MC-COA) para colaborar y discutir formas de mejorar las medidas de salud y seguridad respecto a la COVID-19 en las comunidades de trabajadores agrícolas. Esta coalición sin precedentes llevó por primera vez a adversarios tradicionales a la mesa virtual.
Los participantes se dieron cuenta de que compartían muchos de los mismos objetivos. El doctor Moreno dijo que los agricultores presentes les preguntaron a los proveedores de servicios de salud si podían ayudarlos; la respuesta fue un rotundo "sí". Juntos señalaron una prioridad de salud que no se estaba abordando: mascarillas faciales para los trabajadores agrícolas, que eran muy escasas a fines de marzo. Los defensores de los trabajadores agrícolas, médicos, funcionarios de salud del condado y empresas agrícolas firmaron una carta al gobernador solicitando más mascarillas; se habían denegado solicitudes anteriores de organizadores individuales. Unas semanas más tarde, la coalición recibió 800.000 mascarillas que los miembros de la coalición distribuyeron a la comunidad de trabajadores agrícolas.
Desde esa primera victoria significativa, el grupo se ha reunido semanalmente y la coalición ha crecido. Si bien todos comparten un objetivo común, mantener y mejorar la salud de los trabajadores agrícolas durante la pandemia de COVID-19, los métodos para hacerlo y la priorización de tácticas pueden convertirse en puntos de discordia. Sin embargo, la apertura de la conversación entre estos diferentes grupos es una victoria significativa, dijo el doctor Moreno.
La urgencia de la necesidad se vio reforzada por la forma como se enmarcó la conversación en torno a la promoción de la salud y la seguridad respecto de la COVID-19 en la comunidad de trabajadores agrícolas, un objetivo con el que todos podrían estar de acuerdo fácilmente, sin profundizar de inmediato en algunos de los problemas estructurales más amplios asociados con el trabajo agrícola que ponen a estas comunidades en mayor riesgo. Este replanteamiento puede haber abierto conversaciones que, antes de la COVID-19, no habrían sucedido entre adversarios tradicionales como los propietarios de granjas y los defensores de trabajadores agrícolas.
El doctor Moreno insistió en que la coalición no se habría formado tan rápidamente, o tal vez en absoluto, sin las bases de la asociación médico-legal que Voit ha construido en los últimos tres años. “La asociación médico-legal nos ayudó a capacitar a nuestros médicos para abogar por nuestros trabajadores agrícolas”, dijo el doctor Moreno, al brindarles a los proveedores de servicios de salud las herramientas para abordar los determinantes subyacentes de la salud, como ayudar a un paciente de bajos ingresos a ponerse en contacto con los programas sociales para obtener asistencia alimentaria, de modo que tenga un mayor acceso a alimentos saludables. Durante la pandemia, los proveedores de servicios de salud cuentan con un flujo de trabajo que indaga cómo están los pacientes en cuanto a inseguridad alimentaria, reemplazo de ingresos por COVID-19 y otros programas para los que podrían ser elegibles. Esta sólida colaboración permite a los proveedores de servicios de salud abordar las necesidades de salud más allá de la sala de exámenes y les conecta con la defensa comunitaria relacionada con la salud.
Voit también ha trabajado en estrecha colaboración con el Departamento de Salud del Condado de Monterey para reconocer y abordar los determinantes sociales de la salud, en particular los que afectan a los trabajadores agrícolas. Esto sentó las bases para que los funcionarios de salud pública lo consideren un aspecto crítico para la salud de los trabajadores agrícolas durante la COVID-19. Esta relación con el departamento de salud sentó las bases para una mayor participación en la coalición. Voit dijo que el apoyo inicial de la directora del Departamento de Salud del Condado de Monterey, Elsa Jiménez, fue crucial para atraer a este diverso grupo de partes interesadas e inspirar la participación de buena fe: “El Departamento de Salud comprendió desde el principio que la única forma de reducir la transmisión de COVID-19 era que nuestros expertos médicos y de salud pública, empleadores agrícolas y defensores de trabajadores agrícolas trabajaran juntos. Fue muy importante el apoyo de nuestra autoridad de salud pública local a este esfuerzo porque rompió las barreras para hacerlo posible. Su participación nos permite trabajar con la información más reciente y sugerir formas de mejorar los protocolos de nuestro condado para proteger mejor a los trabajadores agrícolas”.
La pandemia está lejos de terminar, pero tanto Voit como el doctor Moreno están trabajando en la coalición con una futura colaboración en mente, posterior a la COVID-19. "Espero que generemos la suficiente confianza entre todos nosotros para que, después de que termine la pandemia, sigamos colaborando juntos para brindar atención médica a los trabajadores agrícolas, especialmente a aquellos que no tienen seguro médico, [es decir] el 50% de todos los trabajadores agrícolas", dijo el doctor Moreno. Asimismo, agregó que los agricultores obtienen una valiosa ayuda de la experiencia clínica de los médicos en temas de salud de trabajadores agrícolas, y que los proveedores de servicios de salud y los trabajadores de extensión a su vez tienen un mayor acceso y confianza para ir a los campos a brindar educación sobre salud y romper las barreras para acceder a los servicios.
Como proveedor de servicios de salud, el doctor Moreno agregó que la coalición ha proporcionado un canal para tener un impacto significativo en la salud de sus pacientes de formas que no son posibles en la sala de exámenes. “Mi papel como médico durante una pandemia no es solo diagnosticar la COVID-19, sino trabajar con Aaron y los socios comunitarios para abogar por los trabajadores agrícolas afectados por la COVID-19”, dijo. “En esta pandemia, tenemos capacidades de prueba limitadas, pocos medicamentos y no tenemos una vacuna, entonces, ¿qué puede hacer un médico en este momento? ... La mejor herramienta que tengo es asociarme con mi comunidad para prevenir infecciones de COVID-19 y abogar por servicios para trabajadores agrícolas enfermos con COVID-19”.
“Se necesita mucho tiempo y esfuerzo para poner en marcha una coalición, dejar de lado los sesgos y tener una mente abierta, tener conocimiento y paciencia para llevar a las personas a la mesa y encontrar un término medio -- y nuestros principales líderes, los profesores Eskenazi y Parker están haciendo eso con éxito”, añadió el doctor Moreno. “Esperamos que todos nosotros, trabajando en colaboración con nuestra coalición, ayudemos a evitar que los trabajadores agrícolas se enfermen con COVID-19. Lo más importante es que esperamos poder ayudar más a los trabajadores agrícolas enfermos con COVID-19 mediante la coordinación de nuestros servicios. Como médico, soy humilde al reconocer que necesito a mis socios comunitarios ahora más que nunca. Estoy agradecido con cada uno de ellos”.
“Estamos orgullosos y honrados de servir a nuestros héroes en esta pandemia, nuestros trabajadores agrícolas esenciales”, concluyeron Voit y el doctor Moreno.
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